La respuesta está en nuestras neuronas y la revista Science explica que se debe a que el cerebro prioriza en qué acontecimientos y tareas utilizar su energía.
Recordarlo todo sería una maldición. Reflexione este punto: si recordáramos cada suceso de nuestra vida desde el momento en que nacemos hasta la vejez, quizá seríamos un manojo de nervios y, aunque tendríamos historias interesantes que relatar, es posible que no pudiéramos actuar de manera funcional con otros humanos.
Para esto el cerebro tiene una respuesta: olvidar. Según la revista Muy Interesante, para el cerebro recordar todo es ineficiente, ya que “construir memorias” tiene costo fisiológico para este órgano y es que utiliza del 20% al 25% de su suministro diario de energía en esta tarea.
Según el artículo, maneja aproximadamente la misma cantidad de energía por hora, independientemente de lo que esté haciendo; el cerebro concentra energía en una tarea según el nivel de interés y tiempo que la persona usa en cada tarea.
¿Olvidaste algo? No te preocupes, olvidar también es parte de las funciones del cerebro.
No obstante, aclara el artículo, el no recordar algo no significa que no tenga impacto en la persona, todo lo contrario, simplemente nuestro cerebro no le “presta” toda su energía.
Ahora posiblemente te preguntes ¿entonces cómo se quedan los recuerdos? Un estudio de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos) determinó qué sucede a nivel neuronal.
Le llamaron “Gritos Cerebrales”. Es un mecanismo que utiliza el cerebro para decidir qué se queda y qué se olvida, el cual sucede cuando dormimos. Según los resultados que se publicaron en la revista Science, los investigadores descubrieron que durante el día el cerebro organiza de manera sistemática recuerdos para almacenarlos en la noche, cuando la persona y su cerebro están inactivos.
Dormir bien es fundamental para que el cerebro funcione correctamente.
Durante el sueño, hay neuronas que se ponen a “trabajar” y provocan una transformación en el equilibrio de las cargas eléctricas positivas y negativas en el hipocampo, región del cerebro, lo que cambia los ciclos rítmicos sincronizados, ahí suceden los “gritos cerebrales” y que crean secuencias de señales que se codifican en información compleja como los recuerdos.
El estudio señaló que durante el sueño, si un acontecimiento o información producía poca “potencia” de señales, menos de 5 ondas, los recuerdos no se registrarían, de hecho, se desvanecerían, si superaban el número anterior o llegaban a 20, se quedaban registrados.
Esto establece de nueva cuenta la importancia de dormir para el cerebro, que es un estado físico que requiere para su funcionamiento, salud, estado de ánimo y para quedarnos con recuerdos que enriquezcan la vida y conocimiento a corto y largo plazo.
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Fuentes:
https://www.muyinteresante.com/ciencia/64980.html
Referencias:
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