Optar por esta tendencia es como tener finanzas sanas y optar por un modelo de innovación que cambiará la vida de las organizaciones, beneficia al planeta y las comunidades.
La Economía Circular toma auge, crece, pero aún falta, y las empresas, sociedad, gobiernos e instituciones educativas aún pueden aprender sobre cómo aplicarla en sus modelos y beneficiarse de esta, no solo como un sistema económico, también como uno que ayude a salvar al planeta.
La Ing. María Fernanda Ortiz Morales, Gerente de Sustentabilidad y Cumplimiento Ambiental de HP, explicó cómo este modelo funciona y ayuda a mejorar la salud ambiental y económica de quien lo usa, esto durante su visita a la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) para impartir una clase sobre sustentabilidad en el Doctorado en Dirección Empresarial, o Doctorate of Business Administration (DBA).
La Economía Circular se diferencia de un modelo de economía lineal, ya que se trata de extracción, producción, uso y desecho. En este sistema no se reaprovechan las materias primas, no se alarga el tiempo de vida útil a los productos, no se saca un valor agregado a ese recurso natural que se extrajo.
El modelo de Economía Circular se basa en proponer ciclos, imitar a la naturaleza, todo lo que muere se convierte en abono, fuente de energía o componente de la naturaleza.
“Es imitar los ciclos de la naturaleza y extraer mayor valor en el recurso y que no genere impacto ambiental. La Economía Circular ayuda a que las empresas tengan una cultura del ahorro, desde el manejo de residuos, opciones de compra, evitar gastar y desperdiciar de manera innecesaria, lo que permite un ahorro económico”, dijo.
Esto también permea en cómo hacer las cosas diferentes y se puede aplicar en un sistema que denominó las “Erres” de la Economía Circular:
Agregó que pone al final reciclar porque debe ser la última opción, esto ya que reciclar obliga a usar combustibles y energía, lo que causa huella de carbono.
La idea es que la Economía Circular reduzca el desperdicio de materiales, combustible, energéticos y otros recursos.
“Si ya no pudimos usar las otras, lo que queda es reciclar, el reciclar ayuda para que los residuos no acaben contaminando nuestro mundo. Reciclar estará bien, pero lo mejor es que sea lo último”, añadió la Ing. Ortiz Morales.
Reconoció que es necesario que esta clase de sistemas deben empezar a permear en la sociedad y solo podrá alcanzarse si las instituciones educativas toman la iniciativa; la UAG, es una de esas instituciones que ponen en sus programas de estudio temas como la Sustentabilidad y Economía Circular.
“Esto ya no puede verse como algo aislado o exclusivo. Esta debe estar en todas las carreras y asignaturas, para así aterrizarla en los sectores, es algo que me gusta de la UAG, que apliquen esta materia para enseñarla” apuntó.
La Ing. María Fernanda Ortiz Morales es Ingeniera Industrial para la Dirección con un Máster Industrial realizado en España. Cuenta con un curso de “Green Transportation”, en el Instituto Tecnológico de Beijing, un diplomado en Economía Circular por parte de la Universidad del Medio Ambiente y un certificado del programa de la ONU en "Liderazgo Ejecutivo para el Desarrollo Sustentable".
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