Son las dos primeras, de esta carrera, que visitan la Universidad de Jaén, España, una de las más reconocidas en materia de rehabilitación en aquel país.
Sara García Campos y Natalia Jiménez Reinoso, son dos alumnas de noveno cuatrimestre de Terapia Física de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) que se fueron a estudiar a la Universidad de Jaén, en España.
Jaén es una ciudad universitaria de la comunidad autónoma de Andalucía, en el sur del país europeo y es conocida como la “capital del Santo Reino”, un punto neurálgico de la región que las dos estudiantes disfrutaron al máximo.
Ellas fueron las primeras alumnas de la carrera de Terapia Física de la UAG que visitaron esta universidad, una de las más reconocidas en la enseñanza de esta disciplina.
El viaje creó un vínculo de amistad entre las estudiantes que vivieron juntas, se acompañaron y compartieron aventuras y estudios. La primera en llegar a Jaén fue Sara, que estudió dos cuatrimestres allá.
“Tengo familia en el pueblo de Alcalá La Real, España, mi papá Antonio García es de ahí, mi papá es español y mi mamá mexicana, y la familia de él vive en ese lugar. Por eso me animé a irme dos cuatrimestres allá, me gustaría regresar a estudiar la maestría, es una ciudad bella”, relató.
En los dos cuatrimestres estudió materias como Deportiva, Neurología, Masoterapia, Postura y Terapias Alternativas, entre otras.
“Estoy contenta con esta experiencia que me llenó, aprendí mucho, vi mucho, conocí mi carrera con otra perspectiva; en España la Terapia Física está avanzada, más actualizada, mejor explicada y hay maestros preparados con mucha experiencia y la universidad tiene alta calidad”, agregó.
La universidad, añadió, al tener una visión internacional, contaba con jóvenes de otros países por lo que conoció a muchas personas.
“Vivir solo, ser independiente, ir y volver, es un cambio, conoces quién eres. Me siento más preparada para la vida y la profesión, a salir adelante por ti mismo, prepararte para lo inesperado y ayuda a tener más claras las prioridades”, añadió.
Además de su viaje de estudios, Sara García campos pudo visitar otras partes de España, como Granada y Sevilla; además luego otras regiones de la zona europea como Gibraltar y Portugal.
“Me siento agradecida con la UAG, que tenga esta clase de conexiones con universidades externas y ojalá todos pudieran vivir estas experiencias que dan claridad y perspectiva sobre tu vida”, concluyó.
Por su parte, Natalia Jiménez Reinoso, sólo estudió un cuatrimestre y concidió con su amiga Sara de que el viaje la transformó, le dio una perspectiva diferente de la vida y agregó que fue una experiencia bella, personal, en una universidad con un amplio conocimiento y profesores preparados que permitía prácticas de al menos seis horas en cada materia.
Lo que calificó como un beneficio increíble y que no esperaba encontrar y es que, las prácticas le permitieron perfeccionar sus conocimientos en el cuerpo humano, cómo tratarlo, la acercó a muchos profesionales y pudo crear amistades que nunca creyó llegaría a tener.
El viaje también le permitió conocer Portugal, que visitó con Sara, e Italia.
Este tipo de experiencias de intercambio académico abona a la preparación de clase mundial que la UAG imparte a sus estudiantes.
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