“Un buen maestro es aquel capaz de inspirar, transformar, cambiar percepciones; lograrlo te llena de orgullo”. Así lo considera la Dra. Beatriz Corona Figueroa, coordinadora del Comité de Investigación del Decanato de Ciencias Sociales, Económico y Administrativas y profesora investigadora, quien representó a la UAG en un evento académico en Metz, Francia, donde expuso el tema “Participación social y salud percibida en adultos mayores del Occidente mexicano”.
El evento en donde la Dra. Corona hizo su exposición, y donde también presentó un cartel de investigación, fue el coloquio denominado “Red de estudios internacionales sobre edad, ciudadanía e integración socioeconómica”.
Ella imparte psicología clínica, psicoterapia, trastornos de la personalidad y psicología clínica, además de investigación y metodología, y es asesora de tesis en diversas carreras.
El estudio que la Dra. Corona presentó en Metz se basó en entrevistas a más de 2400 personas de Colima y Jalisco, todas con más de 60 años, y ahí se explica cómo se envejece en esta región, así como las formas de participación social de los adultos mayores, y qué los hace interactuar con otras personas de su misma edad o menores.
“En el estudio se tocan temas muy específicos, como el trabajo voluntario, si forman parte de clubes o asociaciones, su actividad religiosa, cómo perciben su salud general, visión, audición, estado de ánimo y salud dental, entre otros. Los asistentes al coloquio se mostraron muy interesados”, comentó la maestra.
Entre las conclusiones del estudio destaca que los varones mayores manifiestan una mayor sensación de participación social en espacios formales, como trabajo y grupos de jubilados, mientras que las mujeres tienen mayor participación en actividades religiosas y comunitarias.
Las personas con mayor escolaridad, de secundaria en adelante, tienen mayor participación social. Quienes se perciben con mejor salud participan más, y el tema de la salud bucal es muy importante para ellos.
“México no es uno de los países del continente con más viejos, ni de los que tiene más jóvenes. Estamos en una transición. Hay condiciones de desigualdad, 30% de las mujeres adultas mayores presentan analfabetismo. El envejecimiento en México se da en desigualdad”, consideró la doctora, que fue apoyada por un equipo de académicos e investigadores.
El evento de Metz es el segundo en el que participa la Dra. Corona Figueroa, pero es el primero al que asiste como ponente. Por cierto, solo se celebra en países donde se habla francés, como Bélgica y Canadá.
Actividad docente
La Dra. Beatriz Corona Figueroa tiene más de diez años de experiencia como docente. Egresó de la licenciatura en Psicología de la UAG, hizo una maestría en Psicología de la Salud y Salud Pública en la UdeG y una residencia en Psicología Clínica y de Enlace en el Hospital San Juan de Dios.
Ha colaborado en el Centro de Integración Juvenil y promueve entre sus alumnos la investigación. “Muchos creen que a los estudiantes no les gusta investigar, pero cuando inician un estudio, se entusiasman y consiguen resultados muy interesantes”, comenta.
Se da tiempo para leer, ir al cine, escribir, nadar, jugar voleibol y tenis, “son hobbies que nunca desearía dejar de practicar”, dice. Su filosofía de vida es “crecer, conocer, aprender y compartir. Siempre debemos tener fe, superarnos, aprovechar el tiempo y compartir experiencias, aprender de otras personas, conocerlas de manera profunda y, sobre todo, respetarlas”.
Nació en la Ciudad de México, pero desde los ocho años su familia regresó a Guadalajara y aquí radica desde entonces. Sus padres, Abraham Corona y María del Carmen Figueroa son tapatíos, ambos egresados de la UAG.
Sus hermanos también estudiaron en la Universidad Autónoma de Guadalajara. Ellos son María Angélica, Marco Vinicio, Pilar Minerva, Luis Rodrigo y Jesús Abraham. En la familia hay médicos, biólogos, administradores y comunicadores. Además, tiene seis sobrinos que estudian en la UAG. “Me llena de alegría de verlos en los pasillos, junto a otros muchos estudiantes”.
“En toda la extensión de la palabra –finaliza la doctora Corona Figueroa–, la Autónoma es mi segundo hogar.”