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La UAG trabaja en un proyecto de investigación para disminuir la contaminación del agua por el uso de colorantes.
Recientemente se estrenó una película que ha causado impacto no solo en la industria cinematográfica, sino también en la producción de juguetes, utensilios de cocina, accesorios, artículos de higiene personal, pero en especial la industria de la moda.
Todos queremos tener algo en el fantástico color rosa y los productores de estos artículos se están encargando de llenar las estanterías. Desde las marcas de moda rápida hasta las más exclusivas del mercado, todas nos ofrecen productos en el color de la temporada, el rosa.
Pero, ¿qué hay detrás del uso excesivo de este colorante para la producción industrial? Se estima que la industria textil utiliza de seis a nueve mil billones de litros de agua al año para teñir ropa. Es decir, la moda del rosa nos ayuda a evidenciar un grave problema ambiental, ya que toda el agua utilizada en la industria textil se desperdicia, causando impactos negativos al ambiente cuando son vertidos sin el tratamiento apropiado, contaminando ríos, lagos y suelos. Los organismos expuestos a estos colorantes sufren problemas funcionales y hormonales que nos les permiten desarrollarse o reproducirse de forma normal, alterándose el equilibrio ecológico.
Y, ¿cómo es que algo tan rosa podría causar estos daños? La respuesta está en las moléculas del colorante, la mayoría de ellos tiene estructuras químicas muy estables que son difíciles de romper y que pasan inadvertidas por los sistemas de tratamiento de aguas residuales que operan en nuestras ciudades.
Sí, la moda del rosa nos ha llevado a una interesante discusión ambiental que hemos tenido las últimas semanas en las aulas y laboratorios de la universidad. Esta discusión nos ha llevado a proponer alternativas de concientización y propuestas de remediación para mitigar el daño, tal como las propuestas por Gladys Zapién, Sofia Cornejo y Sara Silva, alumnas del doceavo cuatrimestre de Ingeniería en Conservación y Restauración Ambiental, quienes han propuesto el uso de procesos de adsorción para la remediación de agua contaminada con colorante dentro de la asignatura “modelos de simulación ambiental”.
La estrategia consiste en el uso de residuos de maíz, obtenidos del Centro de Investigación Agropecuaria y del Medio Ambiente de Tlajomulco (CIAMAT), el rancho escuela de la UAG, para retener colorante rodamina B, un colorante rosa ampliamente utilizado. Este proceso es similar a un filtro, en el cual el residuo de maíz actúa de manera semejante a una esponja, reteniendo en su interior el contaminante de interés.
El proyecto ha consistido en la recolección de residuos de maíz, los cuales se secaron y trituraron hasta obtener partículas pequeñas (a este material lo denominamos biosorbente). Posteriormente, el biosorbente se puso en contacto con una solución de 30 mg/L de colorante rodamina B. Finalmente, después de tres horas de contacto, se determinó la cantidad del colorante en el agua y se encontró que su concentración había disminuido en un 31 % (capacidad de adsorción: 2.0 mg g-1). El análisis de los datos evidenció que el proceso de remediación puede ser descrito correctamente empleando un modelo cinético de pseudo segundo orden.
Si bien, el proceso de adsorción no termina con la problemática ambiental asociada a la generación de aguas residuales contaminadas con todo tipo de colorantes, si representa un acercamiento a una solución sustentable que puede utilizar residuos agroalimenticios en la remediación ambiental. Estas prácticas dentro de las asignaturas del Decanato de Diseño, Ciencia y Tecnología nos permiten concientizarnos del problema ambiental.
La moda del rosa nos ha permitido adentrarnos a la ciencia. Ahora ya lo sabes, tenemos otro tema de conversación para nuestra cita en el cine. En la UAG analizamos problemáticas actuales y dentro de las asignaturas proponemos alternativas de solución para que promover en entorno sostenible. El rosa está de moda, hagamos que la sustentabilidad y el cuidado al ambiente también lo esté.
La Dra. Ana Itzel Zárate Guzmán es profesora investigadora del Decanato de Diseño, Ciencia y Tecnología de la UAG.
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