Cada año la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) recibe a decenas de estudiantes asiáticos, de países como Japón, China y Corea del Sur, que llegan de intercambio o para estudiar español; gran parte de su llegada se debe al Profesor Fernando Torres de la Torre.
Su vida laboral ha estado marcada por tener una estrecha relación y conocimiento de distintas universidades en Asia, experiencia que ha ayudado para fortalecer la internacionalización de la UAG.
Un hombre entregado a su trabajo, el Prof. Fernando Torres conoce muy bien el ámbito educativo internacional, actualmente se desempeña como Director de Internacionalización y domina cuatro idiomas: español, inglés, japonés y coreano.
Una infancia peculiar
Nacido un 29 de agosto de 1953 en el poblado de Las Bocas, ubicado en el municipio de Mezquitic, Jalisco, el Prof. Fernando Torres vivió una infancia peculiar.
Y es que, sus primeros años de estudio fueron con sus tías Lucita Rivas y Trinas de la Torre, con quienes cursó el primero de primaria.
Los tres años siguientes continuó con sus estudios en la escuela que creó su abuelo, el señor Tomás Torres Sánchez, la cual formó para educar solamente a sus nietos, ya que tenía la idea de que sus familiares no deberían acudir a las escuelas oficiales, donde la educación tenía un enfoque ideológico.
Debido a que la escuela de su abuelo no tenía reconocimiento oficial tuvo que trasladarse a Guadalupe, Zacatecas, donde culminó sus estudios de primaria en un colegio y así pudo obtener su certificado para continuar su formación.
Posteriormente se trasladó a Guadalajara donde realizó sus estudios de secundaria y preparatoria en el Colegio Cervantes Costa Rica.
Toda una vida en la UAG
Al culminar sus estudios de bachillerato, en 1973 llegó a la UAG para cursar la Licenciatura en la Enseñanza de Idiomas, debido a que desde pequeño tenía la inquietud de estudiar una carrera relacionada con la lingüística y los idiomas. Desde entonces ha quedó ligado con esta institución educativa,
“Yo he sido parte de la historia de la universidad, así lo considero, no es una presunción, desde 1973”, indica el Prof. Fernando Torres de la Torre.
En 1974, aun cuando cursaba la carrera, la UAG lo invitó a dar clases de español a los estudiantes extranjeros de Medicina, lo cual aceptó sin dudarlo.
Dos años después culminó sus estudios de Licenciatura y comenzó con la Maestría en Enseñanza de Idiomas. Ese mismo año se dio la oportunidad de irse de intercambio a la Universidad de Estudios Extranjeros de Kyoto, en Japón.
La inquietud de irse a estudiar al país nipón nació porque durante su carrera tenía que estudiar un segundo idioma extranjero y ese fue el japonés, el primero era inglés. Otro factor para tomar esta decisión fue que durante su formación en secundaria y preparatoria tuvo contacto con los Maristas y los Misioneros de Guadalupe, quienes constantemente le hablaban sobre las misiones que realizan en Asia y África.
En 1978 regresó a la UAG y fue nombrado Subjefe del Departamento de Lenguas y en 1980 Jefe del Departamento de Intercambio, donde ya se mantuvo en constante contacto con los alumnos extranjeros que venían a la UAG.
Aventura coreana
En una ocasión llegaron unos estudiantes de Corea del Sur, quienes lo invitaron a dar clases de español en su país. Aunque al principio lo vio con escepticismo, poco tiempo después le llegó la propuesta formal del Decano de Estudios Hispánicos de la Universidad Hankuk.
Apoyado por su esposa Martha Garibay Bagnis, en 1983 se fue con toda su familia al país asiático, donde impartió clases de español por más de 7 años. En ese entonces seguía ligado a la UAG y fue parte fundamental para firmar convenios con más universidades.
“7 años de trabajo en una universidad coreana me permitió conocer bastante bien el ámbito educativo coreano, el ámbito cultural en general y eso contribuyó a que fortaleciéramos las relaciones de la UAG, no solamente con esa universidad, sino con otras universidades”, recuerda el Prof. Fernando Torres.
Una experiencia inolvidable fue que participó en el comité de preparación de guías e intérpretes en español para los Juegos Olímpicos de Seúl 88, incluso le tocó estar presente en la ceremonia de clausura del evento deportivo.
En 1991 regresó a la UAG para encabezar el Centro de Estudios Asiáticos y Latinoamericanos (CEAL), puesto en el que pudo consolidar más la relación de esta institución con universidades asiáticas.
“Fue una época en la que a través del centro establecimos nuevos convenios con universidades asiáticas, se fortalecieron las relaciones en general con Asia, se organizaron muchas actividades y eventos académicos con Asia. Fue un proyecto que tuvo un impacto importante en la Universidad”, afirma.
Hasta el 2016 encabezó el CEAL, año en que se incorporó como Director de la Escuela de Relaciones Internacionales, de la cual en 1998 había sido fundador.
Apenas en septiembre de 2019 fue nombrado Director de Internacionalización, donde tiene el reto de incrementar la movilidad de estudiantes y académicos, entre otros objetivos de la internacionalización.
Actualmente al año llegan a la UAG alrededor de 50 estudiantes extranjeros de intercambio y se va un número similar, pero el objetivo es duplicar ese número, pues se cuenta con la capacidad para hacerlo.
Apoyo familiar
Todo lo logrado por el Prof. Fernando Torres no sería posible sin su familia. Él siempre ha tenido el apoyo de sus padres y de su esposa Martha Garibay Bagnis, con quien se casó en 1980, y de sus hijos Fernando y Cecilia, ésta última nacida en Corea del Sur.
Ahora también disfruta de pasar el tiempo con sus nietos Daniela, Santiago y María, con quienes convive buena parte del tiempo y disfruta de realizar múltiples actividades como conversar en inglés, apoyarlo en el fútbol, leer cuentos e ir al teatro, respectivamente.