Es cirujano vascular y actualmente trabaja para el grupo hospitalario privado más importante de aquel País.
“En los años 70 y 80 en América Latina se vivieron años de dictaduras, y Bolivia no fue la excepción. Las movilizaciones sindicales y universitarias que sucedían tenían una considerable influencia política, con una dirección de izquierda. Debido a esto, uno de los grandes perjudicados eran los estudiantes de universidad. Esto generaba inestabilidad en las facultades e incertidumbre en el futuro. Quedarme en el país no era una opción”.
Éste es el inicio del relato del egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), Dr. Álvaro Manuel Balcázar Ortiz que actualmente Cirujano Vascular en “Dr. Suleiman Al- Habib Medical Group”, la red hospitalaria privada más importante de Arabia Saudita.
Él relata cómo llegó a la UAG y qué lo inspiró a volverse un destacado médico; comparte a su vez su viaje y encuentro con el presente.
Egresado de Medicina generación 79-82, nació el 18 de mayo de 1961 en Bolivia. Desde muy pequeño escuchaba hablar mucho de su abuelo, quién fue un destacado médico pediatra en ese país.
Escritor de innumerables libros de medicina, a pesar de no haber llegado a conocerlo, ya que falleció años antes de que lo naciera, le inspiró con su ejemplo y vocación.
Paralelamente su tío abuelo, médico internista, no tuvo hijos, así que él ejerció como su abuelo, con quien pasaba muchas vacaciones en su casa, donde tenía su consultorio, ahí llegó a ver el cariño de la gente agradecida, que acudían a verlo y creció su vocación de servicio.
“Estas historias familiares generaron en mí, una vocación por la medicina desde la infancia. A pesar de ser una profesión que vives frecuentemente situaciones muy crudas, creía y creo, que es una de las mejores formas de ser útil al prójimo, nada como contribuir al alivio de los pacientes que acuden por ayuda”, dijo.
Sin embargo, el tiempo pasó y llegó la dictadura a su país, lo que afectó a las universidades; en el momento en que decidió estudiar empezó a conseguir información de universidades latinoamericanas, lo que sólo se podía lograr a través de pasar varias horas en las bibliotecas públicas, recopiló información y recorrió embajadas para obtener más datos.
Fue así como, dentro de esa investigación, se quedó impresionado con la UAG de México. Se trataba de una universidad con una reconocida historia, con la facultad de medicina privada más antigua del país y un prestigioso programa internacional de medicina vinculado a los Estados Unidos.
“Por otro lado, la universidad, hacía hincapié en la importancia de trasmitir a sus estudiantes los valores como individuos para la vida y no solo el conocimiento científico. Es así como no tuve mayor duda y escogí la UAG para estudiar Medicina, y un 20 de diciembre de 1978, con 17 años, llegué a México, solo, ya que mis padres no podían acompañarme, me inscribí y empecé mi primer semestre de medicina”, compartió.
Este “enamoramiento” lo tiene registrado desde la primera vez que entró a la UAG, ver la extensión de la universidad y todas las actividades y oportunidades que estaban a su alcance de la mano, fue como traspasarse a otra dimensión.
Tampoco puede olvidar la forma de estudiar, ya que en ese entonces no había Internet. Recogían apuntes a mano en folios, y él concretamente, los escribía a una velocidad que luego no entendía su propia letra. Cualquier trabajo se entregaba por escrito, a mano, o como mucho lujo a máquina, tecleando más despacio porque las teclas eran bastante más duras a comparación de las que hay en las computadoras de hoy.
También tiene gratos recuerdos del Hospital Ángel Leaño, donde se acuerda de sus clases de oftalmología, ya que en ese entonces se hacían en unos maniquís que en la parte superior tenían una foto con el fondo de un ojo.
Doctor UAG en el mundo
Estos recuerdos avalan su pasión y vocación como médico que llevó al mundo. Sus 5 años de residencia los realizó en el Hospital Clínico de Madrid. Luego su Posdoctorado en Cirugía Vascular, en Baylor, en el Hospital Methodista de Houston.
Después ejerció, primero en Bolivia y luego en España, hasta que en el 2016 recibió una oferta de trabajo en Arabia Saudita, en donde ha estado desde hace 6 años.
El egresado asegura que ha logrado esto gracias a su filosofía de vida: tener y conjuntar la
motivación y vocación. Sin ninguna de las dos cosas, no hay alegría, y si no hay alegría, no se hará la diferencia en la vida.
Así pues, durante estos años ha cumplido con una labor docente universitaria en jefaturas de servicios de cirugía vascular y la presidencia de varias sociedades científicas internacionales como:
También ha tenido cargos de docencia y editoriales:
Con todo este conocimiento, el doctor menciona:
“La universidad es dura, no hay duda. Si hay motivación, estudiar bien es un hábito que involucra mucho más que sentarse a leer un texto, por lo que les aconsejo de invertir su tiempo en mejorar su técnica de aprendizaje y esencialmente en organizarse. Esto ayudará a incrementar su capacidad de estudio, para tener una mayor versatilidad en los días futuros. Llegará el momento que tendrán la responsabilidad de enfrentar solos una serie de situaciones, que no tendrán mucho tiempo de prepararlas, que se encuentren con tiempo limitado y si tienes una técnica de organizarte, todo les será más fácil”, recomendó.
Además del estudio, es importante los valores y las relaciones humanas. Los contactos, los amigos y conocidos que hacen en la universidad “Cuídenlos bien, y durarán toda la vida. Esto les servirá en todos los ámbitos de la vida y les ayudará a ser más feliz en sus puestos de trabajo en su relacionamiento con su entorno laboral”.
Gracias a su trayectoria profesional, ha ganado varios reconocimientos de prestigio internacional, publicar artículos especializados y también hacer labor social.
“Quiero agradecerles por esta entrevista, por esta oportunidad de poder reconectar con la universidad. Justamente, hace pocos meses atrás, este pasado diciembre 2021, viajé a México, después de varias décadas para visitar mi Alma Mater y mostrar a mi familia, con orgullo, la semilla donde comenzó todo”, concluyó.
Galería de fotos
Esta es la segunda aparición en el torneo para el conjunto de la UAG.
Los estudiantes participaron en este evento para reflexionar sobre las decisiones, las virtudes, la felicidad, los hábitos y la armonía desde el punto filosófico.
Fueron seis estudiantes de la Hunimed University los que visitaron la institución y tuvieron la oportunidad de estudiar como lo hace un alumno de Medicina Autónoma.
En esta ocasión, cientos de alumnos se unieron para recaudar fondos y apoyar al Instituto de Capacitación para el Niño Ciego y Sordo con la venta y compra de diversos artículos.