Antonio Leaño Álvarez del Castillo tenía apenas 19 años cuando el movimiento estudiantil en el que participaba al lado de su hermano Ángel, de Carlos Cuesta Gallardo, Dionisio Fernández y otros jóvenes tapatíos fructificó en la fundación de la primera universidad privada de México. Con su energía juvenil y mente brillante defendió en aquellos años los postulados de Autonomía Universitaria y Libertad de Cátedra, que triunfaron y se hicieron realidad el 3 de marzo de 1935. Y aunque la fundación de la nueva universidad era de suyo un hecho histórico, la entrega del joven Antonio no terminó ahí, ya que durante las siete décadas siguientes se dedicó a desarrollar y consolidar de manera admirable la Universidad Autónoma de Guadalajara.
Fue un innovador en el campo educativo y un emprendedor de proyectos de gran calado en materia agropecuaria, turística, urbana, inmobiliaria y otros ámbitos productivos, sociales y filantrópicos. Fue, asimismo, un hombre de convicciones, que en cada oportunidad expresaba su amor por la familia y la Patria.
Don Antonio murió hace 10 años, pero su obra permanece actual, sólida, pujante y ejemplar, a pesar de los cambios tan profundos y constantes que caracterizan a estos tiempos.
Su muerte ocurrió el 3 de julio de 2010, cinco años después de haberse retirado de sus actividades particulares y familiares. Tenía 94 años. Sus restos descansan, junto con los de su esposa María de la Paz que falleció en diciembre de 2011, en el mausoleo construido exprofeso en el jardín contiguo al edificio de Rectoría de la UAG
SEMBLANZA
El Lic. Antonio Leaño Álvarez del Castillo nació en Guadalajara en 1916. Estudió la licenciatura y la maestría en Derecho en la Universidad Autónoma de Guadalajara.
Estuvo casado con la Sra. Paz Reyes de Leaño con quien procreó 10 hijos.
El Lic. Antonio Leaño Álvarez del Castillo pertenece a una familia interesada y dedicada a luchar para obtener la justicia social. Su padre Nicolás Leaño fue uno de los promotores de la organización y Presidente del primer Congreso Obrero, celebrado en el país en 1917, uno de los principales conferencistas y fue quien encabezó la lucha en México para obtener la conquista de que la jornada laboral se redujera de siete a cinco días.
Formado en el ejemplo de su padre, el Lic. Leaño trabajó toda su vida en favor de los desprotegidos, en el ámbito universitario y empresarial.
En el año de 1935, las autoridades mexicanas quisieron acabar con las universidades como modelo educativo y sustituirlas por institutos; suprimiendo además la libertad de enseñanza.
Contra esa imposición, un grupo de jóvenes cuya edad promedio era entre 17 y 20 años, encabezado por Carlos Cuesta Gallardo, Ángel y Antonio Leaño, se rebelaron y dirigieron un movimiento cívico que culminó con la fundación de la Universidad Autónoma de Guadalajara, siendo la primera universidad particular del país, cuyo postulado esencial se manifiesta en la Autonomía Universitaria y la Libertad de Cátedra.
El Lic. Leaño, como uno de los principales fundadores de la Universidad, siempre se mantuvo trabajando en ella. Fue promotor del trabajo en equipo y a pesar de que la Universidad prosperó gracias a su genio financiero enfatizaba que era una acción colectiva. En toda su vida dedicada al servicio de la Universidad nunca cobró un sueldo.
La Universidad Autónoma de Guadalajara por iniciativa del Lic. Antonio Leaño ha luchado por el bienestar de funcionarios y colaboradores, ofreciendo prestaciones que rebasan las señaladas por las leyes laborales mexicanas.
Además de su obra directa de Justicia Social, impulsó tareas filantrópicas para la población general encausadas por el sistema de Medicina en la Comunidad y brigadas para atención en caso de desastre.
Don Antonio -como se le solía llamar- fue parte del elenco de los hombres ilustres que asumieron la defensa y proyección de los valores patrios en el siglo 20, como luchador por la libertad, educador, emprendedor de magnas obras de progreso regional y promotor incansable de la justicia social.
En la educación su actividad se destacó desde su juventud con su decisiva intervención como promotor y ejecutivo de la fundación de la Universidad Autónoma de Guadalajara y una exitosa carrera posterior como administrador y docente universitario, destacando su actividad como presidente del Comité Financiero de la Universidad Autónoma de Guadalajara, director del Departamento de Asuntos Estudiantiles, director general de Inspectores de Estudios Incorporados y Revalidación de la Universidad Nacional Autónoma de México, fundador de la escuela de Iniciación Universitaria, Vicerrector, Rector y Rector Vitalicio de la Universidad Autónoma de Guadalajara.