La exposición lleva al espectador a un recorrido de análisis histórico, aportando diferentes elementos que certifican que la Sábana ya existía antes de la datación del Carbono 14.
El arte, la historia, la arqueología, la ciencia forense y científica, junto con códices, monedas y diferentes objetos recogidos a lo largo de un gran estudio y monografía, se muestran por primera vez conjuntos en esta exposición, única e itinerante. Aportando una pieza única realizada tras un exhaustivo estudio hematológico forense de más de 12 años y que jamás se ha dado a conocer al mundo, la reproducción del cuerpo del hombre de la Sábana Santa. Creyentes o no creyentes podrán ver esta exposición que roza el alma, despierta el corazón y reta a la inteligencia. La historia jamás contada: “La respuesta científica a la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo”.
La Sábana Santa es uno de los objetos más estudiados por el hombre en su historia. Un trozo de 4.30 metros por 1.10 metros de lino viejo manchado de sangre, con una extraña imagen del cuerpo de un hombre con visibles signos de tortura. La cristiandad la atribuye a Jesús de Nazaret. La ciencia forense ha demostrado que esta tela, en algún momento de su historia, cubrió a un hombre que sufrió una tortura que corresponde con los datos que mantiene el cristianismo: la coronación, la flagelación, la lanzada y crucifixión. La imagen es anatómicamente correcta, sin fallo alguno y contiene datos que no habían sido conocidos por el hombre hasta el Siglo XX.
En el año 70 D.C., Jerusalén fue destruida por el general romano Tito y no quedó piedra sobre piedra, como predijo Jesús. Del sepulcro de Jesús no quedó nada. Sólo quedó el posible lugar sobre el que hoy esta levantada una iglesia, la iglesia del Santo Sepulcro. Esta reconstrucción a escala real ha sido realizada con base en los estudios aportados por el arqueólogo Agustino Florentino Diez Fernández, quien pudo explorar la llamada cueva de Adán. Sus estudios están considerados como los más completos realizados sobre Tierra Santa.
Juan Manuel Minarro, prestigioso escultor catedrático de la Universidad de Sevilla, lleva estudiando 12 años la Sábana Santa y es la máxima eminencia en el estudio del rostro y cuerpo del hombre de la Sábana Santa. Sus estudios están considerados como la imagen más cercana al hombre de la Síndone. Utilizando técnicas forenses y antropomórficas ha realizado una de las piezas claves de esta exposición con total detalle científico forense.